No, este no va a ser un post sobre falsas denuncias. Cuando la violencia machista deja una víctima mortal, las cámaras de televisión recogen a numerosos vecinos sorprendidos, que dicen frases tipo «no me lo puedo creer, era muy buen chico», «era muy educado», «se llevaba muy bien con la gente del pueblo/barrio»…
Este tipo de frases nos pueden hacer dudar de que ese hombre haya matado realmente a su pareja. Pueden sugerir que en el fondo es una buena persona que es imposible que haya hecho nada malo. O, si me apuran, que si ha cometido un acto tan horrible habrá sido sin querer. Las distorsiones cognitivas (una palabreja que utilizamos en psicología para hablar de las ideas que no nos dejan ver la realidad correctamente) que pueden estar detrás de estos pensamientos dan para otro post entero, pero mi intención es dejar una cosa clara: muchos de los hombres que cometen feminicidios tienen una «doble cara» Seguir leyendo